Blue Demon contra el poder satánico

Reseña crítica: Segunda incursión estelar de Blue Demon tras su aceptable presentación en BLUE DEMON, EL DEMONIO AZUL (1964), aquí bien respaldada por la aparición breve de una figura ya consagrada como la del Santo. Son sus episodios:
1) EL ATAÚD SINIESTRO: Tal y como en EL BARÓN DEL TERROR (1961), la trama se inicia en el pasado (en 1914) con la extraña condena a un perverso y elegante nigromante que ha sido responsable de varios asesinatos. Para escapar a su ejecución, Gustavo Fernández (Jaime Fernández, el hermano del Indio) logra un estado cataléptico inducido por su propia mente. La medida es medianamente exitosa, ya que zafa del patíbulo pero no de un entierro prematuro que se extiende por 50 años, hasta la actualidad de 1964 en que un par de ladrones de tumbas lo desentierran con consecuencias previsibles y nefastas. Sin relación con la trama, se nos ofrecen highlights de peleas de Blue Demon vs. Felicio y del Santo vs. Fernando Osés aunque este combate, en verdad, está tomado de la película SANTO VS. EL REY DEL CRIMEN (1961).
2) EL PODER SATÁNICO: ¿Cómo hacer para entrelazar la trama terrorífica con estos colosos del ring? El malvado Fernández ataca a una joven pareja de enamorados, estrangulando al muchacho (que era preparador físico de Blue Demon) y secuestrando a la mujer. Mientras Demon jura no descansar hasta descubrir al asesino de su amigo, el villano de turno se aprovecha sexualmente de la donna (imagínese... ¡50 años de abstinencia!) para luego incinerarla. Sin conexión con la trama, aparece Queta Garay y canta uno de sus éxitos del momento, así que el guión resuelve, como antes, unir este tramo musical de la única manera posible, con el temible Fernández hipnotizando a la gracil - pero poco atractiva - Queta. La pobre es raptada, amada e incinerada por el villano, siendo tal pasaje el debut y despedida del cine de tal cantante mexicana. Tras el tercer inserto luchístico, el combate entre Demon vs. Ray Mendoza, el Inspector encargado del caso es Fernando Osés en doble papel, ya que recordemos que en el primer episodio le vimos pelear contra el Santo. Como colofón de este episodio, por una puertita entra el Santo al vestuario de Blue Demon, haciéndole notar el gesto de dedicar su vida al servicio de la justicia y ofreciéndole su apoyo incondicional (imagínese el impacto simbólico de la escena).
3) EL DIABÓLICO HIPNOTIZADOR: Abre con una nueva lucha de Blue Demon y continúa con la nueva víctima del villano (otra cantante, Glenda Castro). Solo en momentos que no hay luchas ni canciones, Blue Demon puede investigar, leyendo confortablemente en un sofá o bien yendo al castillo de turno con una linternita. ¿Podrán las gesticulaciones malévolas de Jaime Fernández, un poco de niebla, música tremebunda del maestro Pérez Herrera, algún truco de maquillaje y la iluminación tenebrosa de pasadizos y salones del castillo ser un plato fuerte que nos haga olvidar el despropósito precedente?
Tras el decente mix de lucha y terror de su anterior película, ahora Blue Demon cae en el camino sin retorno del destajismo. Recordemos que en 1964 la Fílmica Vergara produjo dos películas del Santo y dos de Blue Demon. José Díaz Morales dirigió las del Enmascarado de Plata y Chano Urueta las del Demonio Azul. El multifunción Fernando Osés y Rafael García Travesí elaboraron las cuatro tramas recurriendo, de seguro, al oficio y a la inspiración en dosis no claras. Y uno sabe que a veces las cosas no salen en la práctica igual que en los papeles. [Cinefania.com]